por henrique rocha, socio de Peck Abogados
En su 17º anuario publicado, el Foro Brasileño de Seguridad Pública mostró que el número de denuncias de fraude en Brasil creció un 326,3% desde 2018. Hubo más de 1.819.409 casos denunciados y, de estos, más de 200 registros de fraude electrónico.
En lo que respecta al hurto y hurto de celulares, el panorama no es menos grave, indicando un aumento del 16,6% respecto a 2021 y el registro de aproximadamente 1 millón de dispositivos en la mira de los delincuentes.
El Estado de São Paulo lidera fácilmente los números registrados de intentos o fraudes consumados, con un volumen total de 638.629 registros en el año 2022. El Estado de São Paulo es seguido por Minas Gerais y Río de Janeiro, con números de 130.755 y 123.841, respectivamente.
El informe confirma una tendencia casi inevitable de intensificación en el tratamiento de cuestiones relacionadas con el entorno de seguridad de la información, incluso en un entorno privado o doméstico.
El aumento de las nuevas tecnologías, el desarrollo de nuevas aplicaciones, prácticas como el pix y las cuentas 100% digitales demuestran que existe un interés innegable por parte de las organizaciones criminales en explotar este mercado delictivo.
A pesar del aumento de casos, las recomendaciones de seguridad siguen siendo las mismas, en su mayoría, con ajustes sensibles según el tipo de incidente mapeado.
Mantener un uso discreto de los dispositivos en la vía y lugares públicos, evitar hacer clic en enlaces y mensajes de origen desconocido, prestar atención a los dispositivos de seguridad con contraseñas preferiblemente biométricas y no almacenarlas en el dispositivo, tener contraseñas diferentes y fuertes (alfanuméricas y con caracteres especiales), separar las cuentas bancarias de las aplicaciones y corredurías para un segundo dispositivo y mantenerlo en casa, contar con un software para el borrado remoto y la activación, cuando corresponda del dispositivo, de e-Sim para mantenerlos conectados aún cuando el delincuente retire el chip físico, entre otras medidas siguen siendo las mejores aplicables a la actual momento
En el período posterior al incidente, las recomendaciones son formalizar el registro de un informe policial para ayudar a confrontar y construir políticas públicas, activar bancos y operadores telefónicos en el primer momento y realizar la eliminación remota del dispositivo con el fin de evitar y/o mitigar el uso de información privada.
El anuario es rico en información y, lamentablemente, también retrata la migración del crimen que se mueve cada vez más del entorno físico al digital.